La vida truncada en la carretera. Una frase manida que sigue vigente para muchas personas. Judith Rodríguez es una de las tantas damnificadas. La noche del 10 de junio de 2018 todo se tornó en oscuridad por culpa de un accidente de tráfico. Regresaba a Vigo después de disputar un campeonato de España de esgrima y acabó en la UCI de un hospital.
El fatídico desenlace fue la pérdida de la pierna derecha por encima de la rodilla y el parón en su ascensión meteórica como tiradora de esgrima. Judith se ha pasado por la sección ‘El Universo de…’, del Tour Universo Mujer para relatar cómo se ha logrado transformar una adversidad en una oportunidad: “Un torniquete me salvó la vida… Al principio no quería pasar por mi club. Veía las competiciones en internet y lloré mucho de rabia porque sabía que nunca iba a poder estar ahí”.
Judith ha hecho suyo el lema que reza en muchas salas de entrenamiento ‘NEVER GIVE UP’ y luce en su pecho la medalla de bronce lograda recientemente en los Juegos Paralímpicos de París en su modalidad. En medio de la oscuridad y la claridad hay una historia conmovedora.
Judith es el ejemplo de que a pesar de las adversidades, las segundas oportunidades existen, y ha logrado conseguir su sueño, aunque de una forma diferente a la que hubiese imaginado. Ha conseguido estar en unos Juegos Paralímpicos, y además colgarse una medalla de bronce que le ha permitido ser la abanderada de la clausura de su primera cita paralímpica.
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