Soy María Pry, entrenadora del Levante Unión Deportiva.
María Pry viene de que empecé a jugar en el Castilleja Club de Fútbol y a las personas de Castilleja en el aljarafe sevillano se le conoce como los pry y como hay tantas Maria, pues Maria Pry de Maria de Castilla Fernández Montero.
Me dediqué a la natación desde los 4 hasta los 14 años, ya cuando cumplí 14 años fue el momento de decirle a mi madre, mamá quiero federarme en otra modalidad deportiva, pues cuando ya me quedé en fútbol, ya en aquel momento había un equipo también de chicas en mi pueblo, que continuamente estaban diciendo Maria vente a jugar con nosotros, yo no podía jugar porque los fines de semana tenía que competir, entonces ya tuve que elegir y bueno, mis inicios yo jugaba de mediocentro, también empecé en ese mismo año en la selección sevillana por jugar de interior, estaba jugando de central, he estado jugando en muchas posiciones, menos de portera o de delantera, todas las demás posiciones he tenido la gran suerte de poder cumplir.
En aquel momento los obstáculos que encontré eran más por la afición, porque yo empecé a jugar en el Castilla Club de Fútbol y era un equipo de amigas, que todas nos conocíamos del instituto, de ser un pueblo cercano, entonces eran más bien comentarios de personas que al principio venían a vernos jugar, de los mismos problemas que hemos tenido hasta hace poco tiempo, las chicas siempre en las últimas horas de entrenamientos, en condiciones o los horarios para un partido que no quería ningún equipo y esa traba al principio está claro que la hemos tenido que ir rompiendo poco a poco.
Percibo que quiero ser entrenadora cuando ya llego a cada entrenamiento en mi último momento de jugadora y ya soy más crítica con lo que está ocurriendo, con cada tarea, como no puede jugar el equipo rival, como nosotros vamos a afrontar el partido, entonces en ese momento entiendo que ella mi cabeza está pensando más como entrenadora que como jugadora.
Mi primera oportunidad me la dan en el Sevilla Fc, el primer año que estoy entrenando compagino mi último año como jugadora a mi primer año como entrenadora de ese equipo de fútbol 7, al año siguiente empiezo ya, ya no soy jugadora y ya me dan la opción de poder ser la preparadora física del segundo equipo, del filial, acepto y una semana antes de empezar la competición el entrenador por motivos personales no puede seguir con el equipo y yo ya tenía mi nivel 1 de entrenadora de fútbol y me dijeron, María tú qué piensas y digo pues… darme la oportunidad que creo que estoy preparada y ya en el 2019 pues me dan la oportunidad de poder entrenar al Levante y aquí estoy, muy agradecida porque entendía que necesitaba un proyecto con unos objetivos deportivos bien marcados y he tenido la suerte de poder estar aquí dos años, de poder disfrutar de lo que es el Levante, de lo que yo vivía y entendía que era el Levante desde fuera, poder vivirlo y la verdad que está siendo una experiencia impresionante.
No se puede comparar con ningún club, porque además es uno de los grandes históricos, ha conseguido numerosas super ligas y siempre ha estado peleando por la posibilidad de conseguir el título, entonces era algo que yo como entrenadora quería vivir, quería experimentar, ver también si estaba capacitada para poder llevar un equipo, un proyecto de esta índole y la verdad que no me arrepiento para nada del momento que tome la decisión.
Me gusta ser una entrenadora cercana, saber qué es lo que le pasa a mis jugadoras, entender todas las situaciones emocionales por las que viven tanto ellas como como el cuerpo técnico o las personas que me conocen intento siempre dominar el ritmo del partido a través del balón, soy una apasionada de tener el balón, pero eso no quita que mi equipo en muchos momentos tenga que saber trabajar a nivel defensivo, que sea un equipo muy organizado, sea un equipo muy muy equilibrado y que sea un equipo que sobre todo conozca todas las fases del juego y que sepa tomar muchas decisiones en función de lo que va ocurriendo en el partido.
Soy más de profesora didáctica, pero no me tiembla el pulso en ser entrenadora o profesora de látigo, de hecho, cuando lo saco las jugadoras se asustan porque normalmente diálogo mucho más, pero bueno cuando hay que sacarlo creo que un toque de atención que muchas veces todo el mundo necesita.
No sé si es una utopía o no, pienso que no es una realidad, ahora mismo no es una realidad que una mujer se pueda sentar en los banquillos de Liga Santander, esperemos que eso con el paso del tiempo cambie, al igual que hemos roto otras barreras, pero a día de hoy, para mí no es una realidad.
Mi gran sueño es seguir siendo feliz como soy ahora, con el fútbol, con mi familia, pero sobre todo disfrutar de la vida y ser feliz.