ESTHER MORENCOS

Mi nombre es Esther Morencos Martínez y soy la preparadora física de la selección absoluta femenina de hockey hierba.

Mi cometido yo creo que puede resumirse en garantizar que las jugadoras están sin lesiones, en la medida de lo posible y con la condición física óptima para estar disponibles para el equipo, para el seleccionador.

¿Las jugadoras me consideran un sargento? Habría que preguntárselo a ellas, me la voy a jugar y diría que a ratos sí.

El primer paso cuando una jugadora llega a la absoluta, al máximo nivel, al primer equipo, pensando en un proyecto, que viene también con un trabajo detrás de Sub 21, Sub 18, es que entre a la dinámica progresivamente, de los hábitos necesarios para estar al máximo nivel que exige la absoluta, que es la máxima categoría a todos los efectos.

A día de hoy es posible que tengo una radiografía de las jugadoras, a nivel físico concretamente, porque la tecnología y ciertos medios también lo permiten, poder ver, cuales son las demandas más específicas de este deporte, tanto como hockey como los modelos de competición que tenemos y poder diseñar lo mejor posible que es lo necesario para ellas.

Los parámetros que utilizamos son diversos y la verdad que tenemos un abanico, desde variables más objetivas a variables más subjetivas.

Cosas como escalada de esfuerzo después de cada entrenamiento, o un cuestionario de bien estar y ciclo menstrual para controlar, hasta bueno, dispositivos gps, plataformas de fuerza Encoder para medir fuerza, potencia, aspectos de la condición física que necesitamos medir para diagnosticar y prescribir.

Hay cosas diferentes y hay cosas comunes, porque tu no llegas a unos juegos como algo excepcional, vienes de un trabajo de años, una serie de competiciones que se han ido sucediendo antes y que no te puedes salir mucho de esa línea, porque no llegas a hacer novedades, tiene que ser parte del camino y que llega o se culmina, en ese momento de ciclo olímpico.

Luego hay cosas que sí, que pueden ser más concretas porque, generalmente, o en este caso en concreto Tokio, son muchas horas de vuelo, hay que prever en la carga física, prepararse para ese jet lag, unas condiciones climatológicas a las que también hay que adaptarse y que influye en el aspecto físico y luego, pues una secuencia de partidos que son hasta 7 en 14 días escasos, que hay que estar desde el uno, hasta el último.

La alimentación es fundamental, es una pata más de todas las que podemos poner para equilibrar a cada una de las jugadoras. Si tú no tienes lo necesario para dar respuesta a las demandas energéticas para recuperarte, en un deporte como éste, donde una de las características es lo mucho que se compite durante todo el año, entre club y selección. Lo mucho que se compite en selección, porque los torneos son congestión que llamamos, es un bloque grande de partidos en un corto espacio de tiempo y nos concentramos y hay que pensar que llegamos a hacer dos triples sesiones y muchos amistosos en varios días, entonces necesitan garantizar que su cuerpo tiene la energía necesaria y que recupera lo mejor posible.

La hidratación es clave, hay que pre hidratarse, hay que hidratarse durante y recuperar deshidratación después. Si una jugadora no se hidrata bien durante un partido de competición, y hacemos una prueba de pesaje, pre-post, estamos hablando de llegar a perder 2 kilos, 2 kilos largos en una situación además de cierto calor. Si se hidratan bien, si se han pre hidratado, si se hidratan durante, que hay momentos para ello, estamos consiguiendo que pierdan escasos gramos o nada y que entonces hay una situación óptima en ese sentido.

Cualquier deportista de élite, estamos hablando que necesita dormir 8-9 horas mínimo. Esto es una asignatura pendiente, la ciencia así lo refleja, hay muchas disciplinas en el deporte de alto rendimiento. Se tienen como estándares muy claros de a lo que hay que aspirar, pero requiere de hábitos y eso hay que trabajarlo.

El descanso es igual de importante que el entrenamiento, forma parte, es indivisible. Parece que a veces lo separamos, ahora toca entrenar, ahora toca descansar, pero una pieza sin la otra no va a engranar.

Todas las horas que no se entrena, son las que tocan descansar para recuperar.

Para ir a Tokio, es evidente que la diferencia horaria va a provocar un jet lag. Si no lo trabajas, afecta. Se sabe, hay evidencias científicas suficientes, hablamos de no solo perdida de rendimiento, sino de riesgo de lesión mayor y para eso lo trabajamos. Tenemos la suerte en esta selecciona, de trabajar con la Fundación Estivill, de haber podido hacer un estudio del sueño con cada jugadora y de tener con ellos la mejor prescripción de cómo vamos a adelantarnos, a irnos preparando días antes, durante el vuelo y al llegar, a hacer frente a ese jet lag.

Para aclimatarse se habla de por lo menos un par de semanas de adaptación a esa temperatura, buscando optimizar. Dependen muchos contextos y detalles, pero por hacer un rango general; Nosotras hemos elegido Valencia como una ciudad donde la temperatura y la humedad nos pueden ofrecer características similares, con lo cual ya, desde finales de junio, vamos a estar preparándonos para esa situación.

Un deportista de alto nivel soporta mucho estrés en la competición, manejarlo es clave y como lo manejan, como aprenden a manejarlo durante su carrera deportiva, puede marcar una diferencia brutal.

La parte psicológica es clave, hablamos de la nutrición, como una pata de la mesa y añadimos otra que es la psicología. Tener una buena inteligencia emocional, tener trabajada la mente para hacer frente a  cualquier cosa como en la vida, solo te puede ayudar a ser mejor seguro.

El descanso mental es igual de importante que el resto de las cosas de la preparación, porque son muchas horas, son muchos viajes, son muchas tensiones y hace falta tener momento donde la mente descanse, la familia, los amigos.

Es absolutamente necesario desconectar, la situación de burbuja es una de las cosas que también hemos tenido que buscar otras maneras para dar respiros, porque hay libertades que tenemos limitadas para encontrar esos momentos de ocio y dispersiones, pero es que cuando nosotros diseñamos una concentración y una competición, hay momentos que van incluidos. Al igual que hay entrenamiento a las 10, está previsto que x días y x horas, hay un momento para liberar.

Siempre hay que poner líneas rojas, porque cada uno tiene que cumplir su rol lógicamente, ellas son jugadoras, nosotros somos cuerpo técnico, cada uno hace un tira y afloja de cada lado, que cuando es equilibrado es maravilloso porque es la mejor manera engranada de jugar como equipo y obviamente ellas a veces tiran y hay que sujetar y viceversa, pero en este caso y en este equipo, es fácil.

Es obligatorio reír y tenemos la suerte de ser una piña que ríe mucho juntas.