CAROLINA MARÍN

Soy Carolina Marín, jugadora de bádminton, campeona olímpica, tres veces campeona del mundo y cinco veces campeona de Europa.

Lo que más echo de menos de mi casa de Huelva es sobre todo a mi familia y luego también pues mis playas.

Antes de jugar a badminton yo bailaba flamenco. Yo empecé con el flamenco a los 3 añitos que me apunto mi mamá y ya tuve 12 años fue cuando fue el momento de decidir, también pensar en los estudios y que ya el badminton me estaba ocupando mucho más tiempo, pues decidí dejar el flamenco por seguir con el bádminton. Aposté todo por el bádminton y bueno no me ha ido tan mal.

Yo creo que siempre queda algo una vez que te vas de casa, sobre todo esa niñez, esa infancia siempre la recuerdo y aunque ya soy una Carolina adulta con mucha más madurez, pero siempre hay algo de esa niña que cogió sus maletas y se vino a seiscientos kilómetros a Madrid.

Para mí no fue tan difícil salir de casa porque yo tenía un sueño y lo quería cumplir y le pedí a mis padres que por favor me dejasen cumplir ese sueño y sí es cierto que la situación familiar no ayudaba mucho, porque mis padres se acaban de separar y para ellos sí que fue muy muy complicado el dejar a su única hija partir hacia Madrid estando aquí sola. Si he tenido que renunciar a muchas cosas, sobre todo porque creo que cuando una tiene claro o se propone ciertos objetivos tan tan ambiciosos, tiene que renunciar a muchas cosas. Sí es cierto que no me arrepiento de nada, lo haría una y mil veces más y por lo tanto, fíjate tú todo lo que tengo que renunciar que creo que ha valido la pena porque he conseguido cualquier objetivo que me he propuesto.

Orgullosa de que todo el mundo me conozca, pero ya no solamente a mí, sino porque saben quién soy yo gracias a que hago este deporte lo que es el bádminton y para mí es lo que yo más orgullo llevo y luego por Asia es complicado a veces, sobre todo principalmente en los países como Indonesia o India, es totalmente un locura porque me quiere muchísimo, me aprecian tanto y me hacen sentir una más de su propio país, que muchas veces bueno, incluso de la puerta del hotel hacia un coche tengo que salir con guardaespaldas casi, porque es que casi no me dejan ni salir.

Claro que soy ambiciosa, creo que eso lo he demostrado desde siempre, desde casi que nací te puedo decir, porque cualquier cosa que me he propuesto creo que he luchado hasta el final para poder conseguirlo.

Bueno si soy de amuletos o me gusta llevar por ejemplo, para competir siempre llevo un colgante que con ciertas cositas que llevo colgadas que me lo regalaron mi padre y mi madre, es la única cosa que llevo para competir, pero bueno si es cierto que si algún día se me olvida y hay algún día que no me lo he puesto en el partido porque me lo dejaba en el hotel, pues tampoco ha pasado nada, no tengo esa superstición de que sin mi colgante ya voy a perder el partido, no no, pero si es algo que me gusta llevar sobre todo pues para tener ese recuerdo presente de mis papás.

Quizás puede que tenga algo de responsabilidad a la hora de ser referente para muchas mujeres y sobre todo niñas adolescentes, pero creo que esa responsabilidad la llevo de la manera más correcta en el sentido de que si se fijan en todos los valores buenos que yo muestro tanto en la pista como fuera de ella, es algo con lo que yo me quedo de todas esas niñas, sobre todos adolescentes, creo que son valores con los que cualquier gran deportista demuestra tanto fuera como dentro de la pista a la hora de enseñar y que se vean reflejadas es lo más importante.

Bueno, para mí la rutina de los entrenamientos la llevo bien porque eso es lo que yo hago en mi día a día desde hace ya muchísimos años, de hecho, sin esa rutina muchas veces incluso voy un poco perdida porque ya he dicho que pocos días de descanso suelo tener, pero esos pocos días al final me dejo llevar un poco en el sentido de decir, bueno pues mira, no me apetece hacer esto, ahora me apetece hacer esto otro, porque es mi descanso, pero en mi rutina diaria siempre lo tengo todo organizado para saber lo que tengo que hacer en el día a día.

Si, si me siento más fuerte que nunca, sobre todo porque la vida me ha puesto muchos obstáculos por delante, sobre todo estos dos últimos años, primero la lesión de la rodilla derecha y luego al poco tiempo el accidente de mi padre, luego entramos en una pandemia mundial y luego finalmente mi padre se me va y ahora por último hace unos meses pues estás lesión de la rodilla izquierda a pocos meses en los juegos olímpicos, entonces sí, la vida me ha puesto muchos obstáculos, creo que he crecido mucho como persona y al final eso también lo llevó a la pista.

Yo siempre digo que hay dos facetas o dos tipos de Carolina, una es una persona muy concentrada, enfocada y teniendo claros sus objetivos y luchando y sacrificándose y renunciando lo que haga falta por conseguirlos y la otra es totalmente todo lo contrario, dicharachera, extrovertida me encanta estar de risa y pasármelo genial con mis amigos, mi familia, ósea que son dos caras totalmente opuestas.

Yo creo que la figura del psicólogo en los deportistas de élite siempre ha sido necesario, sí es cierto que muchas veces pecamos porque prescindimos mucho de ellos y sí es cierto que al final tú tienes que crear un poco esa independencia, no esa dependencia hacia la figura del psicólogo, pero para mí, desde el segundo aún con 15 años, yo ya empecé con un psicólogo aquí me llevé muchos años con él, luego he cambiado a coach y ahora llevo con mi psicóloga ya tres años y desde luego que a mí me ha ayudado muchísimo, me han abierto la visión en muchos aspectos de la vida y en la pista al final la fortaleza mental para mí es algo fundamental, es una de mis herramientas principales y a día de hoy yo sigo trabajando con una psicóloga.

Bueno, yo diría que ambas, quizás un tema de fuerza, pues un poco por el aguantar el esfuerzo, no por pegarle tan fuerte al volante porque a día de hoy precisamente, ya no es fuerza, ya es mucho más técnica, precisión y sobre todo pensar mucho con la cabeza, tanto tácticamente como el plan de juego, como mentalmente en cuanto a las situaciones que se tienen que poner por delante y que tienes que afrontar.

Bueno, yo todos mis problemas siempre se lo confieso a todo mi equipo, sobre todo principalmente a mi entrenador Fernando y a psicóloga María.

Mi principal objetivo a corto plazo es recuperarme de esta rodilla al cien por cien, volver a coger confianza conmigo misma y sentirme segura de volver a competir. Más a medio plazo lo iremos viendo, dependiendo de cómo vaya la recuperación de la rodilla para empezar a jugar los campeonatos de la gira mundial y a largo plazo por supuesto París 2024 la medalla de oro.

Es un orgullo y es un sueño cumplido el que un campeonato del mundo se haga en mi ciudad en Huelva y en el palacio de deportes Carolina Marín. En el momento en el que me lo propusieron, ya se hizo campeonato de Europa en el 2018, que lo gané con toda mi gente y en mi pabellón. En el momento que me propusieron que se pudiera hacer el mundial, bueno para mí era todo positivo, eran nervios, eran ganas de que se pudiera conseguir, finalmente se consiguió y ya era totalmente un sueño cumplido el que se puede hacer un mundial pues en mi casa y en mi pabellón.

El titular de mi vida es todo esfuerzo y sacrificio tiene su recompensa.