El Mundial de Atletismo en pista cubierta dejó un sabor agridulce para la delegación española. Asistimos desolados a la lesión de María Vicente en un salto de altura que desembocó en la rotura del talón de aquiles. Esa amargura se transformó en dulzura con las medallas conquistadas por la triplista Ana Peleteiro y por la saltadora de longitud Fátima Diame.

La primera gran noticia en este Mundial llegó de la mano de Ana Peleteiro. La atleta gallega, en su regreso a una cita internacional tras ser madre, ha conseguido la medalla de bronce en triple salto tras una marca de 14.75 metros. Para completar el éxito, la española conseguía también la mínima olímpica, que estaba en 14.55 m, para ir a los Juegos de París.

La fiesta continuó con Fátima Diame. Se subió al podio al lograr la medalla de bronce en la final de salto de longitud. Fue la segunda medalla en el Mundial firmando un salto de 6,78 metros en su quinto intento que le valió su primera medalla absoluta en un gran torneo, por detrás de las estadounidenses Tara Davis (7,07) y Monae Nichols (6,85).