El nadador Dennis Gonzalez, ha pasado de ser el ‘pezqueñín’ de la familia a convertirse en un ‘tiburón’ voraz de éxito y de reconocimientos. No ha sido un camino sencillo. Al contrario. Ha sido un proceso plagado de obstáculos en forma de bullying en el colegio o de reproches sociales cuando decidió practicar un deporte hegemónicamente destinado a las mujeres como es la natación artística. Dennis ha sido el invitado del mes de febrero del podcast “Entre la espada y el patín” que presentan la patinadora Sara Hurtado y la tiradora de esgrima Teresa Díaz.

Crecer junto a una piscina se convirtió en una vía de escape para superar las escenas de bullying que sufrió durante su estancia en el colegio. Encontró en el agua el refugio ideal. En ese espacio no se pueden escuchar las palabras malsonantes ni se perciben los desprecios. Dentro del agua se sintió libre y protegido de los ataques de odio. “En este deporte se empieza con 5 o 6 años, yo lo hice con 12. Empecé por mi madre, que era entrenadora de natación sincronizada, y con Ana Tarrés. Me vio y entendió que valía para esto. Luego, comencé a entrenarme en sesiones de ocho horas diarias hasta hoy”, comenta.

El camino ha sido complicado, pero satisfactorio: “He luchado por hacer lo que me gustaba y he sido de los primeros chicos que han abierto esta puerta. He aprendido a que no me importen los comentarios”. Dennis González ya sabe lo que es colgarse medallas importantes. Y las tiene de los tres colores. Progresa adecuadamente y su sueño está enfocado a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

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